Una Semana Santa más he vuelto a ver "La Pasión", obra de Mel Gibson. Para mi es una obra maestra por dos motivos: el primero porque es fiel a los hechos y me parece que se toma muy pocas libertades para contar las cosas tal y como se relatan en los evangelios y en la tradición. El segundo, más por motivos fílmicos, porque tiene una realización muy cuidada, no hay elementos al azar, todo tiene un sentido. Por ejemplo: al verla una vez más me dí cuenta que hay multitud de escenas a cámara lenta y sin embargo no resulta pesada. La ultilización de este recurso dota a la película de un dramatismo muy real; de hecho en la vida misma cuando lo pasamos mal tenemos una percepción distinta del tiempo y nos parece que todo transcurre a cámara lenta y parece que no terminan nunca, además en nuestra memória casi también los recordamos de esta manera.Por último al margen de lo estrictamente cinematográfico o historico, ayuda, creo yo, a contemplar, pensar e incluso meditar sobre algo que supone un hecho muy importante en la vida de muchas personas: Que Jesucristo murió en la cruz para rescatarnos del pecado y devolvernos nuestra condición de hijos de Dios. En este sentido la película es tremendamente catequética.
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